miércoles, 4 de mayo de 2011

Tratar la información como herramienta de gestión.

En la ciudad de Neuquén capital, como en la mayoría de las ciudades intermedias de América Latina, la información se encuentra desordenada, desactualizada y faltan datos propios del territorio local. En las diferentes gestiones municipales desde su creación como municipio la recopilación de información, como su posterior análisis para la proyección de sus datos, no ha estado en la agenda de temas prioritarios como por ejemplo si estuvo el ordenamiento territorial o la regulación de terrenos ilegales.
En el presente trabajo aborda una problemática que tiene como objetivo revalorizar la información cuantitativa y cualitativa como herramienta de gestión. El objetivo de gobernar eficientemente, concentrando los esfuerzos y recursos en los temas considerados prioritarios sólo puede ser alcanzado por medio de una adecuada planificación de la acción pública. Para ello, es imprescindible contar con información relevante y oportuna.
No puede haber planificación global ni sectorial si no se cuenta con la información necesaria, en tiempo y forma. Es más, se puede decir, con certeza, que en la actualidad resulta casi imposible dirigir organizaciones gubernamentales o empresas sin tener información confiable y "a la mano", que permita tomar decisiones en el momento correcto.
Por eso, las políticas de gobierno que proponen la modernización del estado incluyen, entre sus aspectos más destacados, la utilización de tecnología y metodologías adecuadas para el manejo de la información. Así, impulsan la implementación de sistemas que articulen las herramientas informáticas, los datos y la estructura organizacional.
Las políticas locales y las regulaciones que un gobierno municipal implementa en su territorio deben estar fundadas en la información detallada de los problemas del territorio. Si la información no cuenta con calidad en sus datos o análisis se podría estar frente a políticas publicas que en vez de buscar una solución potencien el problema.
Los gobiernos locales ven la necesidad de replantearse los alcances de su competencia institucional y los instrumentos para dar respuestas a la nueva realidad. Así, las administraciones municipales atienden hoy temas de salud, educación, atención de la niñez, promoción de la mujer, de la tercera edad y conservación del medio ambiente. Estos nuevos temas se suman a otros más tradicionales, tales como el saneamiento básico, el tratamiento de residuos domiciliario, industriales y tóxicos y la provisión de servicios e infraestructuras urbanas.
Históricamente los municipios han sido prestadores de servicios coyunturales, avalados por un sentimiento generalizado de la población que los colocó siempre en ese rol. Es el modelo tradicional ABL (alumbrado, barrido y limpieza) donde el municipio es reconocida más como una institución política que proveedora de servicios, para los cuales padece siempre de escasez de recursos financieros. Por un lado se produce una suerte de revitalización de la esfera local, y por otro, el municipio aparece como punto de condensación de la fragmentación social, de la protesta, de la crisis de mediaciones y de la falta de recursos.
También es parte de este nuevo perfil de las administraciones locales la tarea de promover y orientar el desarrollo económico, actividad que impone un mejor conocimiento del contexto regional donde se halla inserta la ciudad.
Por otra parte, la relación de las organizaciones gubernamentales con los ciudadanos también ha sufrido profundos cambios, tanto en los mecanismos, como en los contenidos. El proceso de democratización del estado municipal adopta variados instrumentos. Entre ellos, se destacan los procesos de participación y descentralización, los cuales imponen nuevos criterios al manejo de la información. Esta nueva situación requiere definiciones acerca de cómo informar a los ciudadanos de las acciones públicas. Asimismo, requiere definiciones sobre los mecanismos de acceso a los datos que contribuyan a mejorar la toma de decisiones en la actividad privada.
En estas circunstancias, la importancia de la información como componente indispensable en el proceso de toma de decisiones es ampliamente reconocida. El planeamiento urbano, por ejemplo, implica la evaluación de variadas alternativas o estrategias en la toma de decisiones. Esto requiere información sobre aspectos demográficos, infraestructura, servicios, costos o circunstancias geográfica del territorio . Esta información debería permitir analizar el costo económico financiero de las propuestas, el nivel de impacto ambiental, la identificación de la población beneficiada, las repercusiones de las instituciones políticas, etc.
Esta necesidad de responder a nuevas y más complejas demandas ha llevado a quienes deben tomar decisiones para administrar, encauzar y transformar el ámbito urbano, a demandar modos de "organizar la información". Estos modos deben ser simples, ágiles e integradores de los elementos sociales, estructurales, económicos y políticos de las ciudades.
Surge así, la necesidad de implementar en la ciudad de Neuquén un sistema de información geográfica como herramienta del desarrollo local y sustentable de la ciudad. Esta herramienta que que permite visualizar, con datos, los problemas de la ciudad, sumado a la perspectiva del desarrollo local a escala humana como forma de gestionar la cosa publica desde lo local, permite que pongamos como principal actor a la sociedad civil siendo el estado municipal un facilitador de las herramientas para mejorar el desarrollo individual como grupal de la ciudadanía.
Si bien esta monografia es un requisito para aprobar un programa de especialización de la Universidad Nacional del Comahue, también pretende ser una propuesta de gobierno para el ESTADO municipal. En ese sentido se presento en el Concejo Deliberante la Creación de un Observatorio socio-económico y laboral para la ciudad de Neuquén.

Reunion con Emprendedores rurales

Visita al Matadero Municipal.